Ayer un amigo mío repetía esa frase que tan poco entiendo a veces: «Estoy muy desmotivado… Si es que en mi empresa no hacen nada para motivarme…»
Y … ¿Cuál es la responsabilidad de la Empresa en cuanto a motivar a sus empleados? ¿Cuál es nuestra propia responsabilidad en cuanto a estar realmente motivados?
Y es que por duro que suene … Duchado y motivado se viene de casa.
¿Qué responsabilidad tienen las Empresas en Motivar a sus empleados?
Las empresas deben tener perfectamente localizado el talento de cada uno de sus colaboradores, sólo así podrán ofrecer proyectos ilusionantes y motivadores. Un empleado debe sentir su utilidad y valor añadido dentro de los procesos; debe sentir la importancia de su contribución y gozar de la autonomía suficiente como para atreverse a innovar… Hay que ser prolíficos en agradecer y decirles «Qué gran trabajo has realizado… Gracias por tu implicación y por tu aportación». Hay que establecer alianzas únicas con cada empleado.
Las empresas deben saber quienes tienen un nivel de compromiso alto con la organización; quienes portan el ADN del negocio en sus venas; quienes son imprescindibles y tomar decisiones valientes a la hora de gratificar sus trabajos y de luchar por ellos. Hoy en día (a mi modo de ver) aquello de «pan para todos» debe acabarse … Hay quien lo merece y quien no, pues no hay cosa que desmotive más que tener un compañero que no hace ni contribuye y que está al mismo nivel que otro que se deja la piel por mejorar a diario… No nos engañemos, se sabe.
Y por supuesto todas aquellas cosas que deberían ser un «sí o sí» : Ofrecer planes de reciclaje, formaciones adecuadas que nos permitan mejorar, comunicar de forma transparente la situación de la organización y los cambios, ofrecer objetivos medibles y alcanzables, realizar una evaluación del desempeño justa y objetiva, luchar por ofrecer bienes sociales, facilitar la generación de nuevas ideas, premiarlas y un largo etc …
¿Cuál es nuestra responsabilidad respecto a ir motivados cada día a nuestro trabajo?
Lo resumo en una palabra : «TODA»
No podemos dejar nuestra motivación en manos de nadie, por que si lo hacemos estamos perdidos, moriremos en el intento y posiblemente acabaremos siendo lo que yo denomino «llora pasillos» … Aquellos que van como zombies por la empresa recordando al resto su infelicidad y que cuando los ves en la zona del café huyes por no tener que aguantarles.
Nuestro trabajo es un proyecto por el que debemos luchar cada día. En él pasamos una media mínima de ocho horas diarias, si quitamos el tiempo que dedicamos a descansar se podría decir que pasamos en él el 70% de nuestro tiempo, de nuestra vida.
¿Te has preguntado alguna vez si eres el empleado que necesita tu empresa? ¿Te has preguntado alguna vez si en caso de una ausencia prolongada se notaría tu ausencia? ¿Te has preguntado alguna vez si estás mereciendo tu salario al cien por cien? ¿Te has preguntado alguna vez que podrías hacer para optimizar tus procesos e intentar dar valor añadido a tu puesto?
De la contestación a todas esas preguntas nace la motivación hacia nuestro trabajo diario, es un ejercicio digno de realizar, un ejercicio que nos da una buena dosis de ilusión; pensar en mejorar, innovar, ser creativos, sorprender, aportar, compartir, explicar, enseñar… no te conformes con lo mismo de siempre, no lo hagas. No hay nada más triste que mirar el reloj cuando se está trabajando por que el tiempo no pasa … Y recuerda no sólo el tiempo; si no tu vida, una vida que ya no vuelve.
Si estás sujeto a trabajos más rígidos o mecánicos seguro que puedes encontrar ese toque personal o de mejora,¡seguro!. Sólo hay que querer.
Y si haces todo eso y tu nivel de motivación está bajo mínimos: Cambia de trabajo, ese no es tu proyecto, así que motívate y trabaja por empezar de nuevo en otra organización, si no son capaces de ver tu valía, es muy probable que no te merezcan.
Detrás de cada trabajo hay un por qué … Deberíamos ser capaces de disfrutar de ese camino, un camino que recorremos a diario… Una vez más, tu decides como avanzas por ese camino.
«La motivación te mantiene en movimiento, y el hábito te lleva a dónde quieres ir. Haz de la motivación un hábito y llegarás más rápido y disfrutarás más el viaje hacia la realización de tus metas.» (Zyg Ziglar)