Foto By Eva Collado Durán |
El otro día, cayó en mis manos de nuevo un estudio sobre las diferentes generaciones que conviven en nuestras organizaciones con sus pros y contras … Y resulta que por una cuestión de nacimiento (y supongo de otras muchas variables que se han tenido en cuenta a la hora de realizarlo) va y resulta que yo me encuentro en la «Generación X» , imagino que de la misma manera que soy tauro por haber nacido en el mes de mayo o una enamorada de «The Cure» por ser uno de mis grupos favoritos.
Quise indagar más en el tema y resulta que los que pertenecemos a la generación X según artículo de Cristina Simón somos : «La primera generación de mayor preparación académica y experiencia internacional en la historia. Los X inician una ruptura con los formalismos característicos hasta el momento, demandando un entorno más informal y el abandono de la autoridad jerárquica en pro de estructuras más horizontales y flexibles. Son los pioneros de las políticas de flexibilidad y conciliación. Es una generación rica en emprendedores, dado que la iniciativa personal se prima desde un contexto de escepticismo ante las grandes empresas.»
Cuando lo leí pensé automáticamente que me siento orgullosa de formar parte de esta generación, una generación que ha trabajado y sigue trabajando valientemente para cambiar las cosas día a día e innovar. La generación de los emprendedores, la generación que ve en la conciliación una mejor vida, la generación que apuesta por la flexibilidad, el uso de las nuevas tecnologías y de las Redes Sociales, la generación que en definitiva, no ha dejado pasar su tren y ahora, ya no solo son ocupantes, sino pasajeros de primera línea, personas con ganas de cambiar las cosas y de hacer de este mundo, un mundo mejor.
Y no es fácil … Muchas de las personas de la Generación X siguen luchando todavía contra los mismos paradigmas y con los mismos problemas:
Luchando con adictos al trabajo que todavía piensan que la vida es sólo trabajar, a lo que dedican miles de horas olvidando de que la vida es otra cosa… personas que te explican que han cogido 20 aviones en un mes y que eso «mola mogollón», personas que creen que esta dedicación al trabajo es lo mejor que les puede pasar… Y lo peor, que esa es la dinámica en la que deben continuar…
Luchando con personas que creen que por años y experiencias, su palabra o sus creencias son dogmas de fe que todos debemos acatar sin rechistar … incapaces de plantearse siquiera si las cosas pueden ser de otra forma, que apoyan la cultura del «presentismo» y que entienden la lealtad al proyecto por las horas que pasas sentado en tu despacho, luchando por obtener nuevas medidas de flexibilidad que son entendidas como tener una baja implicación …
Sintiéndose penalizados e incomprendidos por querer marcar la diferencia e innovar y corriendo el riesgo de convertirnos en alguien al que quizás no valoren por desconocer el valor añadido que podemos aportar.
Luchando por ser precisamente la Generación X, una generación a la que la crisis y este cambio tan profundo le pilla en la madurez y en muchos casos marcada por la supervivencia, viendo como no se apuesta por ellos aunque tengan una capacidad para innovar y para pensar en el futuro como nadie.
El mundo HA CAMBIADO !!! de las generaciones anteriores nos vamos a quedar sólo con lo bueno que es mucho y de las que vienen, vamos a aprender todo lo que podamos. En la convivencia, la adaptación y la innovación está, sin duda alguna, una gran parte del éxito de nuestras organizaciones.