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Talento y Marca Personal

El talento es activo y faro de tu Marca Personal.

Cuando este aflora y lo hacemos visible a los demás, los astros se alinean: Es ese justo momento en el que alguien repara en ti y el crecimiento se convierte en algo exponencial para tu marca personal porque te conviertes en alguien de referencia para quien lo reconoce a través de tu generación de valor y te conviertes en la opción elegida.

Somos lo que somos en parte por el reconocimiento y apoyo que recibimos de terceros y eso sólo se produce cuando a través de nuestro talento somos capaces de generar valor y razones poderosas que hacen que los demás quieran tenernos cerca en su vida y proyectos.

Bajo mi humilde opinión (y hablando en voz alta hoy), quiero reflexionar sobre lo que yo entiendo sobre actitudes y competencias que tienen las personas con talento, y es que, el verdadero talento:

Sabe quién es, lo que aporta, lo que es capaz de dar.
Elige y discrimina de forma inteligente y sabe cuál es el siguiente paso.
Apuesta, se arriesga, osa.
Innova, crea y mejora a diario.
Se muestra, da lo mejor de sí mismo.
Es generoso regalando su conocimiento.
Elige carreteras secundarias poco transitadas porque las autovías de sentido único le apartan de su objetivo.
Se sigue formando a diario, sabe que ese es el camino, es consciente de que lo que sabe hoy será insuficiente mañana.
Auto lidera su aprendizaje porque sabe que dejarlo en manos de terceros es un grave error.
Sólo trabaja para un producto en el que cree, por el que apuesta e incluso ama.
Es generoso, alguien que regala sus alas a los demás.
Está comprometido con él mismo y con su entorno (sólo con el que le suma y le permite avanzar).
Es capaz de gestionar el cambio y la incertidumbre no como un problema a resolver, sino como una oportunidad de hacer las cosas mejor y diferentes.
Hace de la duda una forma de avanzar, recapacitan pero no dejan nunca que el inmovilismo les atrape.
Valora opiniones de terceros, pero si no las comparte las aparca, sabe que camino debe seguir.
Evita pensamientos insanos, sabe que dejarse mecer en ellos es algo que corroe y paraliza.
Acepta, gestiona y reconoce sus emociones.
Huye de entornos insanos, tóxicos, porque sabe detectarlos a tiempo y pone remedio.
Sabe que cuando cree en algo el camino es poner hábito, foco y no parar hasta conseguirlo a través del desarrollo de la efectividad que aplica a todo lo que realiza.
Es persistente en sus propósitos y objetivos, pero a la vez es lo suficientemente listo para desistir cuando sabe y toma consciencia que no hay una salida que le beneficie.
Sabe que caminar solo es más difícil, así que apuesta por la colaboración y el intercambio de conocimiento.
Huye de la crítica no constructiva, sabe que mientras hace esto pierde un tiempo precioso que puede dedicar a sus propias pasiones.
No necesita copiar ni emular a nadie, ni cae en absurdeces, ni aprovecha sus canales de visibilidad para quejarse, sabe que, a su manera, es genuino en lo que sabe, dice y comparte.
Es plenamente consciente de que ser genuino muchas veces se confunde con ser un inadaptado, (es lo que tiene salirse del redil) y volverse incómodo para este mundo, a veces reglamentado y absurdo.
Sabe que el talento es, en muchas ocasiones, fuente de incomprensión y envidias.
Sabe que la elección de los compañeros de viaje en la vida y profesión son determinantes para avanzar, compañeros que aunque a veces se muestren incómodos les hacen avanzar y crecer.
Sabe que el éxito mal gestionado te impide tener los pies en el suelo, te vuelve egocéntrico y te da alas, pero son alas rotas.
Tiene muy claro que la vida no permite dobleces ni medias apuestas ni medias verdades. La gestionarla, la reconoce, y tiene poder de contralarla cuando la siente y el poder de esquivarla cuando aparece a su alrededor
Sabe que la sociedad juzga siempre, aprieta a quienes sobresalen, vivir en jaque es algo habitual para quien lucha por lo que quiere ser y es bueno en lo que hace.
Es plenamente consciente de que el brillo se penaliza porque los mediocres, por desgracia, siempre superan en número.
Se conoce a sí mismo. Sabe en qué son realmente buenos y en qué no tanto; cuáles son sus fortalezas y debilidades, limitaciones y defectos. Y como lo saben, toman decisiones para aminorarlo o potenciarlo.
Confía en sus capacidades, sabe llevar las metas a objetivos y los objetivos a fecha de realización, y si para ello tiene que pedir ayuda, lo hace sin verlo como una señal de inferioridad sino como una ventaja competitiva, sabe que no puede saber de todo pero si aprenderlo.